Buenas palabras, malas palabras

Más de una vez le pasó que algule dijera “no te entiendo”, a pesar de que ella habla la misma lengua que hablamos todos los demás aquí.
“¡Fueraaaaa!”

Téngase presente que esta no es una columna política. No sabemos bien qué es, pero eso seguro que no.
La pisada del animal

Si el sentido común acredita que una persona sea insultada por el solo hecho de ser migrante, existe un nombre para eso: se llama “racismo”.
Es cosa de grandes

Nada más lindo que un chiquito de clase media porteña yendo a tomar la merienda a la casa de su compañerito migrante.
Y vos, ¿qué clase de migrante sos?

Ser migrante no es un problema: el problema es qué clase de migrante se es.
No ser de ninguna parte

En el territorio, gobierna lo que está siendo, lo que está ocurriendo, y es muy difícil de desmontar la lógica de mayorías y minorías.
Vigilar la ley

Más probable es que la inercia de lo cotidiano se le plante a la letra escrita, ofreciéndole resistencia y tensando lo que propone.
No son extranjeros, son personas migrantes

Este ciclo abordará la caminata de las niñeces y adolescencias migrantes, en estos nuevos territorios que han venido a habitar.
La fábula de las islas

No olvida su isla prendida fuego. No olvida a los compañeros que tuvo allá. Ricardo es un hombre memorioso.
Dar la batalla

No estoy teniendo una mirada militante. Apenas estoy queriendo encontrarme cómodo en los lugares que ocupo.