Si el sentido común acredita que una persona sea insultada por el solo hecho de ser migrante, existe un nombre para eso: se llama “racismo”.
“Estar en casa”, para las familias migrantes, debe ser una salvación más que una comodidad.
Qué hermoso pueblo tendríamos, con tantos mundos a cuestas.
Salgo del cine y me sorprende la llovizna del domingo a la noche. No me la vi venir. Creo que nadie se la vio venir, en realidad.
Téngase presente que esta no es una columna política. No sabemos bien qué es, pero eso seguro que no.
Si el sentido común acredita que una persona sea insultada por el solo hecho de ser migrante, existe un nombre para eso: se llama “racismo”.