Vinculémonos de verdad
“Subite”, nos dice un gatito: “Vamos a idealizar a una persona que no conocemos, para después chocarnos con la realidad”.
Nuestra fragilidad
El silencio, entonces, es muchas veces el único territorio que pueden habitar. Y eso debe respetarse.
Buenas palabras, malas palabras
Más de una vez le pasó que algule dijera “no te entiendo”, a pesar de que ella habla la misma lengua que hablamos todos los demás aquí.
La pisada del animal
Si el sentido común acredita que una persona sea insultada por el solo hecho de ser migrante, existe un nombre para eso: se llama “racismo”.
No había vez que no le lloviera
“Estar en casa”, para las familias migrantes, debe ser una salvación más que una comodidad.
Olor a chicharrón
Qué hermoso pueblo tendríamos, con tantos mundos a cuestas.
Son niños migrando
Pueden hacer naufragar el proyecto migratorio de toda la familia, y eso es demasiado peso para la espalda de cualquier criatura.
Es cosa de grandes
Nada más lindo que un chiquito de clase media porteña yendo a tomar la merienda a la casa de su compañerito migrante.
«La cooperativa sigue como sea»
Entrevista a Fabián Pierucci, síndico de La Litoraleña, sobre el proceso político y judicial que atraviesan los trabajadores.
No ser de ninguna parte
En el territorio, gobierna lo que está siendo, lo que está ocurriendo, y es muy difícil de desmontar la lógica de mayorías y minorías.