Dios no para

El Covid-19 ha alterado la vida espiritual de nuestro pueblo, porque la presencialidad, el estar con el cuerpo, es vital para el entusiasmo colectivo.
Ensordecidos

A partir de comenzar a poner palabras, logrando identificar sentimientos y sensaciones, existe una posibilidad de construir para adelante.
De panales y hormigueros

Si las abejas desaparecieran de la faz de la Tierra, misma suerte correría la humanidad, apenas cuatro años después.
El cielo claro de la vejez

Una señora, tras haber perdido a su marido, estuvo 14 años sin comprarse una blusa ni pisar la peluquería.
“¿Cómo estás?”

Sostener una amistad, así las cosas, parece ser una decisión política y humanamente relevante.
Botellas de sol

Regresaron, cada una con su botella, para llevarse consigo un poco de sol provinciano, hasta su barriada del Bajo Flores.