Nuestra fragilidad
El silencio, entonces, es muchas veces el único territorio que pueden habitar. Y eso debe respetarse.
Buenas palabras, malas palabras
Más de una vez le pasó que algule dijera “no te entiendo”, a pesar de que ella habla la misma lengua que hablamos todos los demás aquí.
La pisada del animal
Si el sentido común acredita que una persona sea insultada por el solo hecho de ser migrante, existe un nombre para eso: se llama “racismo”.
Es cosa de grandes
Nada más lindo que un chiquito de clase media porteña yendo a tomar la merienda a la casa de su compañerito migrante.
En el fondo es mejor
Argentina tiene una tradición rica en materia de ampliación de derechos, vinculada sobre todo con el espíritu de sus gobiernos peronistas.
Es mucho trabajo
¿Cómo no se les va a alojar un sentimiento de culpa en el cuerpo, entre tanta hostilidad?
Y vos, ¿qué clase de migrante sos?
Ser migrante no es un problema: el problema es qué clase de migrante se es.
No ser de ninguna parte
En el territorio, gobierna lo que está siendo, lo que está ocurriendo, y es muy difícil de desmontar la lógica de mayorías y minorías.