Confiesa que hasta hace unos años no soportaba la idea de morirse y que eso también es algo que tuvo que laburar, para lograr una relación más amable consigo mismo.
Confiesa que hasta hace unos años no soportaba la idea de morirse y que eso también es algo que tuvo que laburar, para lograr una relación más amable consigo mismo.
– Se está escribiendo una agenda del cuidado y ahí nos debemos encontrar –
Confiesa que hasta hace unos años no soportaba la idea de morirse y que eso también es algo que tuvo que laburar, para lograr una relación más amable consigo mismo.
Un par de vecinos lo habían acompañado en la quijotada, pero cuando hubo que meter el gancho en la denuncia quedó él solo.
Allá, en la infancia de Miguel, vive una mujer que no da abasto con sus tres hijos y que rara vez se siente feliz.
Toda la energía puesta aquí, en el tiempo que nos ha sido dado, sabiendo que luego sencillamente nos iremos a ningún lugar.
Observen, huelan, sientan. Verán cómo esta vida pequeña y preciosa que nos rodea tiene cosas para contarnos.
En estas épocas, las escuelas veían en sus estudiantes a seres desprovistos de luz, que de algún modo había que alumbrar.
Regresaron, cada una con su botella, para llevarse consigo un poco de sol provinciano, hasta su barriada del Bajo Flores.
Apenas estaba por empezar mi tiempo de la escuela primaria, y así me la pasaba, jugando y aprendiendo los misterios de la vida.
Él andaba lento porque iba juntando leña por el camino, y ella lo alcanzó sin proponérselo.
Allá, en la infancia de Miguel, vive una mujer que no da abasto con sus tres hijos y que rara vez se siente feliz.
Toda la energía puesta aquí, en el tiempo que nos ha sido dado, sabiendo que luego sencillamente nos iremos a ningún lugar.
Observen, huelan, sientan. Verán cómo esta vida pequeña y preciosa que nos rodea tiene cosas para contarnos.
Disfrutar y aprender, cuidando el pedacito de tierra que nos prestaron, para quienes vienen detrás, a tratar de ser felices por un rato.
En estas épocas, las escuelas veían en sus estudiantes a seres desprovistos de luz, que de algún modo había que alumbrar.
Regresaron, cada una con su botella, para llevarse consigo un poco de sol provinciano, hasta su barriada del Bajo Flores.
Apenas estaba por empezar mi tiempo de la escuela primaria, y así me la pasaba, jugando y aprendiendo los misterios de la vida.
Él andaba lento porque iba juntando leña por el camino, y ella lo alcanzó sin proponérselo.
Disfrutar y aprender, cuidando el pedacito de tierra que nos prestaron, para quienes vienen detrás, a tratar de ser felices por un rato.
Si las abejas desaparecieran de la faz de la Tierra, misma suerte correría la humanidad, apenas cuatro años después.
En las veredas, la gente silvestre encuentra su libertad y tal vez un mejor vivir.
En estas épocas, las escuelas veían en sus estudiantes a seres desprovistos de luz, que de algún modo había que alumbrar.
Noticias de Ayer es el portal de Rompecabezas Cooperativa de Contenidos. Un sitio narrativo, compañero, reflexivo y otras cosas más.
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