Sande 410, Barrio La Crucecita, Avellaneda. En este lugar funciona desde el 2008 la primera Cooperativa Escuela Textil Travesti Trans “Nadia Echazú” reconocida a nivel mundial.
“Suban por acá, están las chicas trabajando, mientras esperamos a Brisa charlamos nosotras un poco”, nos invita a pasar a la terraza del lugar donde funciona el taller. En una mesa está sentada Marcela cambiando la yerba del mate, “así se toman unos ricos mates antes. Uh que rico, nos trajeron el desayuno”. En una de las máquinas se encuentra Sara cosiendo, está terminando una producción de calzas. Ella nos cuenta que trabajó con los más reconocidos diseñadores argentinos, que tiene 72 años y hasta que pueda va a seguir viniendo a la cooperativa. Marcela, mientras tanto, acomoda unas telas en su sector de trabajo y se sienta nuevamente en la mesa con nosotras. “¿Ustedes de dónde son?” nos pregunta mientras comienza a preparar un mate con mucha azúcar.
“Gracias a la cooperativa pude salir de la prostitución, ahora soy mamá de una nena de 8 años y estoy muy feliz; pero veo a muchas compañeras que siguen en la calle y hay que ir por ellas, una no se puede quedar”, suelta Marcela.
La Cooperativa Nadia Echazú fue fundada en 2008 por Lohana Berkins, una activista travesti pionera en la lucha por la identidad de género. Cuando creó la cooperativa, ya tenía una gran trayectoria en la militancia. En 1994 fundó Asociación de Lucha por la Identidad Travesti y Transexual (ALITT) y fue asesora legislativa de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires por el Partido Comunista, convirtiendose así en la primera travesti en ocupar un cargo en el estado. Trabajó con Diana Maffia en la Legislatura Porteña en agenda sobre Derechos Humanos, género, mujer e infancias. En 2001 fue candidata a diputada nacional y en 2010 fundó el Frente Nacional por la Ley de Identidad de Género, con el cual militó la Ley de Identidad de Género aprobada finalmente en el año 2012.
“El proyecto se empezó a gestar entre las chicas. Todos los fines de semana nos juntábamos, hacíamos una comida y charlábamos sobre nosotras. Lohana en ese entonces ya trabajaba en la Legislatura y un día, me acuerdo como si fuera hoy, estábamos comiendo empanadas y ella dijo ‘che tengo ganas de armar algo’ y trajo un proyecto elaborado sobre cómo podíamos hacernos cooperativa. Éramos 22 chicas, todas de Constitución, todas prostitutas, ninguna titubeó. Esto fue en 2006, en 2007 obtuvimos la personería jurídica y en 2008 ya habíamos comprado este edificio”, recuerda Brisa Escobar, actual presidenta de la cooperativa.
“Lo que yo le pregunté a Lohana fue ¿para qué una cooperativa? Y ella me dijo: ‘Mirá mariquita, esto se arma para que vos el día de mañana tengas una profesión y tengas una alternativa de vida que no sea la prostitución’. Eso siempre me quedó en la cabeza y se lo digo siempre a las otras compañeras. La belleza se termina para todas, ya pasando los 30 no te come ni el ácido…”, explica entre risas Brisa.
Brisa Escobar, oriunda de Salta, recuerda su experiencia cuando apenas llegó a Buenos Aires en busca de un mejor futuro: Vivir como murciélago, la vida en los hoteles, las detenciones policiales y los clientes que en más de una ocasión la violentaron.
“Nosotras tuvimos los huevos para salir de trava. Antes vos salías a tomar el colectivo y ya venía la policía y te decía ‘arriba, presa por “el artículo H, vestimenta de mujer”. Ahora es otra cosa, la jaula estaba un poco más abierta hasta hace 8 o 9 meses que se volvió a cerrar. Estamos en una dictadura. Hay muchas compañeras que tienen necesidad y que volvieron a la calle”, relata Brisa.
Y nos asegura que los discursos de odio están a la orden del día. El problema del incremento de estas líneas de pensamiento es que luego se encarnan en escenas de violencia concretas. Según el último informe del Observatorio de las violencias de género “Ahora que sí nos ven”, entre el 1 de enero del 2020 y el 30 de mayo del 2024 se relevaron 31 hechos de travesticidios y transfemicidios, de los cuales seis sucedieron este año. Desde el Observatorio denuncian que los medios de comunicación no incorporan en su agenda la cobertura de estos asesinatos y que la cifra que exponen pone de manifiesto el subregistro que existe de estos casos.
“Yo a las chicas les digo que cuando en la calle un loco les diga algo agachen la cabeza y sigan, porque no estamos en tiempos de poner en riesgo nuestra vida”, nos cuenta.
A pesar de la sanción de la Ley N° 26.743 de Identidad de Género (2012) y Cupo Laboral Travesti Trans Ley N° 27.636 Diana Sacayán-Lohana Berkins (2021), durante el gobierno de Javier Milei un 10% de trabajadores y trabajadoras que tuvieron una posibilidad de empleo mediante estas leyes, fueron despedidos. Organizaciones como ATE (Asociación de Trabajadores del Estado) y Zaguán TransSindical han presentado cautelares para que estos trabajadores y trabajadoras fueran reincorporadxs en sus puestos laborales.
¡Acá estamos las travas!
Nadia Echazú fue pionera en la lucha de los derechos del colectivo travesti-trans. Comenzó su activismo en Córdoba, en la Asociación contra la Discriminación Homosexual (ACoDHo), y lo continuó en Buenos Aires, siendo una pieza fundamental en la Asociación de Travestis de Argentina (ATTTA Red Nacional). Además, fundó la la Organización de Travestis y Transexuales de Argentina (OTTRA).
“El nombre Nadia Echazú se eligió porque Nadia fue una militante salteña. Fue una de las primeras que levantó nuestra bandera, primero hacia el feminismo, luego hacia el colectivo. No había compañeras que tengan las pelotas como para levantarse y decir ‘acá estamos nosotras las travas’ y menos en plena dictadura. Por esto la cooperativa lleva su nombre, en su honor”, cuenta Brisa.
La Cooperativa Nadia Echazú es la primera escuela/taller textil travesti trans de Latinoamérica y es un ejemplo de modelo de trabajo a seguir.
“El modelo de la Nadia se está replicando en Guatemala, Bolivia, Perú, Brasil, Uruguay, España, Marruecos, Alemania. Muchas compañeras están tomando nuestra iniciativa y yo siempre en los congresos internacionales que me invitan cuento cómo es esta experiencia”, sostiene Brisa.
Al día de hoy cuenta con tres sedes: una en Avellaneda, otra en Retiro -en el Barrio 31-, y en la provincia de Salta. En Avellaneda trabajan 37 personas y el 80% forman parte del colectivo LGBT, mientras que el otro 20% está conformado por mujeres y hombres cis. En el Barrio 31 hay 22 trabajadoras y en Salta, 40.
Además, brindan talleres de oficios abiertos a la comunidad, entre ellos moldería inicial, perfeccionamiento en ropa deportiva y computación.
Entre trabajo y capacitaciones, casi 100 personas conforman este proyecto. El Consejo de Administración está conformado por Brisa Escobar, Presidenta, Ivonne Maribel Ponce que ejerce su rol de Secretaria, Cintia Cristina Arroyo como Tesorera y Gloria Alicia Cruz, Síndica.
Actualmente, confeccionan calzas, remeras deportivas y cuentan con un stock variado de manteles, cortinas, sábanas, kit de toallas, buzos y tapados que comercializan por redes sociales.
El 1 de noviembre de 2024, la Nadia recibió el Premio Carlos Jáuregui en reconocimiento a la lucha y compromiso por los derechos humanos y la igualdad, así como también a su contribución a una sociedad más justa.
El impulso para cambiar el mundo
Entre telas, máquinas de coser, agujas y risas, en una de las paredes del taller se puede leer la conocida frase de Lohana Berkins a modo de recordatorio y homenaje: “El amor que nos negaron es nuestro impulso para cambiar el mundo”.
“El amor que nos negó la sociedad y muchas veces hasta nuestra familia. Venimos golpeadas y tenemos una mochila que no siempre la podemos soltar. Yo creo que le estoy demostrando a la sociedad que este maricón pudo salir adelante y no tomó la decisión de quitarse la vida cuando iba a hacerlo. Estoy orgullosa de mi misma y de mi cooperativa. Voy por mucho más”, concluye Brisa.
*Esta nota fue producida en el marco del programa de financiamiento a periodistas Comunicar Diversidad de Wikimedia Argentina, año 2024.