Nuestra fragilidad
El silencio, entonces, es muchas veces el único territorio que pueden habitar. Y eso debe respetarse.
No había vez que no le lloviera
“Estar en casa”, para las familias migrantes, debe ser una salvación más que una comodidad.
El virus de la precariedad
La cuarentena dejó al desnudo una estructura laboral con un alto grado de precarización.