Nuestra fragilidad

El silencio, entonces, es muchas veces el único territorio que pueden habitar. Y eso debe respetarse.
Caravanas de amor

El triunfo nos hace advertir que no somos menos que nadie, y quizás era esa la calma que andábamos necesitando.
“¿Quién puede querer vivir en una ciudad así?”

Resistir, resistir y resistir, creando consciencia y haciendo que florezcan los colectivos de gente que luchan por lo que es justo.