Acobardada

Ahí, en el tango, viven sus abuelos. Se recuerda a sí misma tirada en el piso, jugueteando, y le parece ver las alpargatas acercándose al tocadiscos.
La sombra del sol, la luz de la luna

Ahí estaba, el Bukowski de Lugano, esperando algún milagrito que le toque el portero de madrugada.