Paisajes e infancias
Disfrutar y aprender, cuidando el pedacito de tierra que nos prestaron, para quienes vienen detrás, a tratar de ser felices por un rato.
Dios no para
El Covid-19 ha alterado la vida espiritual de nuestro pueblo, porque la presencialidad, el estar con el cuerpo, es vital para el entusiasmo colectivo.