No había vez que no le lloviera
“Estar en casa”, para las familias migrantes, debe ser una salvación más que una comodidad.
Olor a chicharrón
Qué hermoso pueblo tendríamos, con tantos mundos a cuestas.
Es cosa de grandes
Nada más lindo que un chiquito de clase media porteña yendo a tomar la merienda a la casa de su compañerito migrante.
Un viaje sentimental
Apenas estaba por empezar mi tiempo de la escuela primaria, y así me la pasaba, jugando y aprendiendo los misterios de la vida.