La sombra del sol, la luz de la luna
Ahí estaba, el Bukowski de Lugano, esperando algún milagrito que le toque el portero de madrugada.
El payaso que sirve café
“Torturar a un payaso es sencillo -lee Cavarozzi-, puede hacerse a plena luz del día, abierta e impunemente, y nadie te detendrá”.